Muchas personas piensan que el bingo es un juego tranquilo, en donde cada jugador se sienta a esperar que canten números para lograr rellenar todas las casillas de su cartón. Sin embargo, no es completamente extraño que algunos jugadores lleguen a las manos.
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El bingo es particularmente famoso en los asilos para ancianos debido a que es un juego en donde la actividad física se reduce a colocar fichas en un cartón y levantar el brazo cuando este ha sido completado.
Pero, en febrero del 2019 en Ontario, dos mujeres de la corta edad de 79 y 86 años comenzaron una disputa debido a que la primera le “quitó” su asiento a la segunda. Las señoras llegaron a las manos, e incluso otros residentes de la institución se vieron involucrados.
A pesar de que llamaron a la policía, no hubo heridos ni se presentaron cargos.
Si una persona no canta ¡bingo! cuando lo consigue, entonces puede perder la oportunidad de alcanzar la victoria. Esto fue lo que paso en Inglaterra, en octubre del 2013, cuando una chica se quejó cuando otra evitó que ganara por tardarse demasiado.
La lucha que prosiguió hizo que hasta seis personas fueran vetadas del lugar; las dos mujeres recibieron heridas en sus rostros, pero no presentaron cargos.
Algunas personas temen que, al bingo estar tomando popularidad entre gente más joven, cada vez más disputas del género puedan suceder.
Cuando esta se negó a alzarse, la primera le propinó un golpe en la cara.
Este caso, que sucedió en el 2002 en Gales, se parece mucho al primero que expusimos. Una jugadora habitual (de 55 años) del centro de juego local, llegó tarde al sitio, por lo que consiguió a otra (de 58) sentada en su “puesto de la suerte”.
Cuando esta se negó a alzarse, la primera le propinó un golpe en la cara que le dejaría la nariz rota y los dos ojos morados; lo que dejó a todos los presentes anonadados.
Así que la próxima vez que pienses que el bingo es solo para gente anciana, recuerda que incluso ellos pueden llegar a ser extremadamente agresivos a la hora de jugar.